Murio Luis Galván, un destacado catedrático de la defensa

Un Legado Inigualable

Sin ser particularmente alto (medía un metro sesenta y ocho) ni poseer una fuerza o velocidad descomunal, Luis Adolfo Galván demostró en la final Argentina-Holanda del Mundial ’78 cómo se debe desempeñar un primer marcador central. Gracias a sus habilidades técnicas sobresalientes y un entendimiento preciso del tiempo y la distancia, se destacó en los duelos individuales y en las anticipaciones. También brilló en las jugadas por los laterales, y junto a la imponente fuerza física de Daniel Passarella, brindó una actuación inolvidable. Fue una verdadera clase magistral de desempeño en una final del mundo, que la revista El Gráfico calificó con diez puntos, comparable a los logros de Mario Kempes y sus dos goles así como a Ubaldo Matildo Fillol y sus brillantes atajadas. La FIFA le otorgó esa misma noche el Premio Fair Play, reconociéndolo como el jugador más limpio y caballeroso de la Copa del Mundo.

La Triste Noticia

Padeciendo una infección renal, el destacado defensor santiagueño, nacido en Fernández el 24 de febrero de 1948, falleció este lunes en Córdoba a los 77 años. Es el cuarto jugador de la selección campeona del mundo en 1978 que nos deja, sumándose a Rubén Galván, Leopoldo Luque, René Houseman y su entrenador César Luis Menotti.

Trayectoria en el Fútbol Argentino

Con un excepcional sentido del tiempo, Luis Galván comenzó su carrera en Talleres de Córdoba, donde formó una defensa formidable junto a Pablo Comelles, Héctor Artico y Victorio Ocaño, llevando su calidad a todo el fútbol argentino. En 1978, Menotti lo notó y lo convocó para jugar en el Mundial con la Selección Nacional. Sin embargo, Galván no fue parte de los primeros momentos de este ciclo histórico. El número dos inicial entre 1975 y 1977 fue Jorge Olguín. Pero cuando Menotti decidió reorganizar el equipo, y la posición de primer marcador central quedó libre, el santiagueño demostró su valía.

El Ícono de Talleres

Era un titular indiscutido en el notable Talleres de mediados de los 70, habitualmente defendiendo grandes espacios lejos de las áreas. Tras la final del Nacional de 1977, que terminó en derrota ante Independiente, Menotti lo convocó a la concentración en la Villa Marista de Mar del Plata. En la formación final, le otorgó la titularidad. Junto con José Daniel Valencia y Miguel Angel Oviedo, fue uno de los tres jugadores de Talleres en el primer plantel campeón del mundo del fútbol argentino.

Vida Después del Fútbol

La vida de Luis Galván estuvo tan ligada al club cordobés que, con 502 partidos en dos ciclos (1970/82 y 1988), se convirtió en el futbolista que más veces ha jugado allí. También jugó en Loma Negra (14 partidos en 1983), Belgrano (10 presencias en 1984) y Central Norte de Salta (10 encuentros en 1985). Su trayectoria en la Selección incluyó también el Mundial de 1982 en España, acumulando un total de 34 partidos.

Su Legado en los Medios

Tras su retiro en 1988, fue invitado por medios escritos y de televisión cordobeses para comentar las Copas del Mundo, siempre desde una perspectiva prestigiosa, pero también sencilla y calma. Nunca se jactó de su gloria, nunca se dejó llevar por ella. De vez en cuando, visitaba el predio Amadeo Nuccetelli de Talleres para compartir su experiencia con los más jóvenes. Les contaba cómo obtener un diez en una final del mundo, no a través de la fuerza física o una actitud intimidante, sino jugando con inteligencia, cortando y anticipando. Integrando todo un saber sobre los números dos en su mente y en su forma de jugar.