La curiosa justificación de Luis Enrique tras la agresión a João Pedro y las duras críticas de la prensa francesa

Un final inesperado en el Mundial de Clubes

La noche del domingo en el Estadio MetLife en Nueva Jersey, Estados Unidos, estaba destinada a destacar al gran campeón del Mundial de Clubes: Chelsea. Sin embargo, más allá del resultado deportivo, parte de la atención se desvió hacia un episodio de alta tensión, dejando una imagen que dio la vuelta al mundo y encendió el debate: la agresión del entrenador del Paris Saint-Germain, Luis Enrique, al joven delantero del Chelsea, João Pedro, justo cuando el silbato final había sonado. Una escena tan candente como sorpresiva.

Los detalles del partido

El resultado de la final del Mundial de Clubes ya había sido una sorpresa, con el contundente 3 a 0 de Chelsea sobre PSG, un equipo que llegó como claro favorito y que, según los reportes, había sido el “gran campeón de todo en este 2025”.

El partido, que Luis Enrique más tarde reconocería como una absoluta superioridad del conjunto inglés, se volvió tenso en los minutos finales, dejando sus huellas: João Neves, del PSG, fue expulsado por tirar del cabello a Marc Cucurella, y se mostraron seis tarjetas amarillas.

El incidente en el campo

El verdadero escándalo ocurrió tras el pitazo final. La alegría de Chelsea contrastó con la frustración del PSG, transformando el campo de juego en un ring. Andrey Santos fue rodeado por varios jugadores del PSG, quienes lo increparon. En ese momento, João Pedro se acercó a “proteger a Andrey”, explicando que actuó como “buen brasileño” frente a sus amigos en medio del tumulto.

En medio del enfrentamiento, apareció Luis Enrique, quien visiblemente alterado, impactó contra João Pedro con su brazo izquierdo, golpeándolo en el pecho y luego en la cara. Algunas crónicas mencionaron que parecía que “le dio un manotazo en la garganta”, mientras que otras afirmaron que “lo agarró por el cuello”. Como resultado de la agresión, el delantero de 23 años cayó al suelo.

Acto seguido, Gianluigi Donnarumma empujó a João Pedro y Achraf Hakimi gesticulaba hacia él y Andrey Santos. La situación fue tan tensa que el entrenador de Chelsea, Enzo Maresca, tuvo que intervenir para separar a Donnarumma, mientras que Presnel Kimpembe intentaba calmar a Luis Enrique. El incidente alcanzó niveles de violencia, y la entrega de premios no comenzó hasta 30 minutos después una vez que la situación se calmó.

La justificación de Luis Enrique

En la conferencia de prensa posterior al partido, el entrenador español intentó restarle importancia al incidente. Visiblemente molesto, ofreció una explicación que muchos consideraron insólita y contradictoria con lo que mostraban las imágenes. “Al acabar el partido hay mucha tensión. Es una situación evitable por todos. Yo quería evitar que la pelea pasara a más”, declaró Luis Enrique. Reiteró que su “objetivo” e “intención” era “intentar separar a los jugadores para que no hubiera más problemas”.

Además, el entrenador mencionó que “hay empujones de todos” y que esto era “fruto de la presión y de la tensión del partido”, aseverando que no tenía nada más que añadir. A pesar de la evidencia visual, Luis Enrique no asumió completamente la responsabilidad, afirmando que “esto no debería volver a pasar, pero siempre quise evitar que fuera a mayores”.

La respuesta de João Pedro y la prensa

Por su parte, João Pedro no dudó en expresar su opinión: “No saben perder, creo. Es parte del juego. Ahora es momento de celebrar”.

La reacción de la prensa francesa fue rápida y contundente en condenar la acción de Luis Enrique. Medios como RMC Sport calificaron el incidente como un “desagradable gesto”, explicando que el entrenador parisino “puso su mano izquierda en el rostro de João Pedro, quien cayó al suelo”.

Le Parisien describió la acción de Luis Enrique como “un arrebato”, aunque también mencionó “la exageración” de João Pedro al caer. El diario destacó que el técnico español, “visiblemente alterado, primero empujó al delantero de los Blues… antes de tocarle ligeramente el rostro”, con el brasileño cayendo “no sin exagerar ostensiblemente”.

L’Équipe fue aún más directo, definiendo la situación como “un enganchón”, diciendo que Luis Enrique “agarró por el cuello al delantero, quien luego se arrojó al suelo”. A pesar de que el asturiano alegó que su intención era separar a los jugadores, sus explicaciones fueron recibidas con escepticismo y reproche por parte de la prensa gala.

Opiniones en España

En España, la polémica también resurgió. Santi Cañizares, exarquero del seleccionado español y figura reconocida, salió en defensa del técnico asturiano, aunque sin pasar por alto lo evidente. En el programa Despierta San Francisco, Cañizares pidió moderación en el debate futbolístico, criticando la polarización entre “a favor o en contra”. Si bien reconoció que Luis Enrique “sabe que no estuvo bien, aunque no quisiera admitirlo o pedir disculpas al final del partido”, y que su comportamiento no fue el apropiado, también contextualizó: “pero esto es fútbol y hay días difíciles”.