Raphinha acertó: fue una paliza

Recientemente, en una entrevista para el programa Romario TV, Raphinha expresó de manera contundente: “Le daremos una paliza a Argentina, sin duda. Vamos a derrotarlos en el campo y también fuera de él si es necesario.” La reacción de Romario fue similar a la de Jonatan Viale hablando con Milei.

Recordando viejos encuentros

Antes del encuentro, el delantero del Barcelona recordó a un emblemático arquero de Boca, el Loco Gatti, quien le dijo “gordito” a Maradona antes de un partido con Argentinos Juniors que terminó 5 a 3, donde Maradona anotó cuatro goles.

Además, Raphinha evocó una anécdota de Américo Gallego, técnico de River, quien burlonamente insinuó que Carlos Bianchi no incluiría a Martín Palermo, recuperándose de una lesión. “Si lo pone a Palermo, yo pongo en el banco al Enzo”, decía Gallego por el hecho de que Francescoli ya no estaba en el juego. Palermo ingresó y, en cámara lenta, anotó el tercer gol que selló la victoria de Boca.

El grito de los hinchas

  • “Ponelo al Enzo, la puta que te parió”, corearon los hinchas de Boca esa noche.
  • “Poné a Raphinha, la puta que te parió”, gritaron casi a coro los aficionados argentinos al entrenador brasileño en el Monumental.

El partido y su desenlace

A pesar de las expectativas, Raphinha resultó poco efectivo en el campo. Su mejor momento fue un tiro libre que impactó en el travesaño, mientras que el resto del equipo mostró frustración. Se llevó una tarjeta amarilla, acompañado por la huella de los cuatro goles en contra y la triste realidad de su equipo.

Raphinha y toda la selección brasileña vivieron un partido memorable, comparable al encuentro en el mismo estadio el 8 de junio de 2005, cuando el equipo dirigido por Néstor Pekerman también se llevó una victoria contundente. Aquel día, con dos goles de Hernán Crespo y otro de zurda de Juan Román Riquelme, la selección argentina dejó una impresión imborrable.

El legado de una noche mágica

El equipo brasileño, que contaba con figuras como Dida, Ronaldinho, Kaká, Cafú y Roberto Carlos, mostró algo de reacción en la segunda mitad, anotando un gol. Sin embargo, aquella noche, donde Argentina aseguraba su clasificación para el Mundial de Alemania, se convirtió en un tema de conversación, que parecía un relato fantástico. Pero lo que parecía irrepetible fue superado, generando una celebración inolvidable en las gradas.

Para resumir tanto aquella increíble noche como la actual, las palabras de Raphinha resuenan: “una paliza”.