Justicia

Asesoramiento jurídico y de Derechos Humanos a Liberados, Liberadas y Familiares

Cuando las personas salen de estar detenidas se encuentran en una situación muy grave: no cuentan con recursos económicos, no tienen donde vivir, atraviesan problemas de salud y consumo problemático y contar con antecedentes es un impedimento para encontrar trabajo “formal”. Además, encuentran dificultades de acceso a oficinas estatales y judiciales para realizar todos los trámites requeridos. 

Es por eso que la rama de liberados del MTE tiene tres principales líneas de trabajo: la conformación de cooperativas para que quienes salen de la cárcel tengan un trabajo en la economía popular y no reincidan en el delito; la formación previa y posterior a la libertad; y además asesoramiento y acompañamiento judicial y administrativo a personas privadas de su libertad, familiares de detenidos en comisarías y unidades penitenciarias y personas con arresto domiciliario.

El asesoramiento es realizado por un equipo de profesionales y militantes, principalmente en Bahía Blanca, Olavarría y Quilmes. Su lema es “nunca decimos que no”. Todos los organismos estatales tienen limitaciones o límites, siempre hay mínimamente una persona o un núcleo familiar que recibe un no como respuesta ante una duda o consulta. El equipo de asesoramiento no garantiza resultados positivos pero sí la asistencia, la persistencia y la insistencia sea ante órganos judiciales o estamentos del estado de quienes se requiera una respuesta.

La situación de aislamiento ha incrementado la cantidad de consultas y dudas ante la precaria o nula atención de organismos estatales y judiciales. Algunas de las tareas fueron: pedidos de progresividad de pena, morigeración de prisión, asistencia sanitaria y traslados; gestiones en comisarías, órganos estatales, juzgados de Paz, Anses, Afip, registro de las personas, casas de justicia; gestiones en favor de extranjeros ante el ministerio de Relaciones Internacionales y Consulados; presentación formal ante el Ministerio de Seguridad por violencia institucional; habeas corpus colectivos correctivos por las malas condiciones de detención, por jefas de hogar encarceladas y por menores encarcelados, madres con menores y mujeres embarazadas; asistencia telefónica y virtual a personas de bajos recursos o privadas de su libertad; entre otras actividades. 

 

Violencia de Género: Casa de Mujeres en Ezeiza 

La casa de mujeres de Ezeiza comenzó a funcionar en mayo de 2019. La primera actividad fue la formación de promotoras en violencia de género. Para prevenir de la violencia de género en los barrios populares, son necesarias redes territoriales que complementen y refuercen los canales tradicionales de denuncia. 

Además de ser un espacio de capacitación, la casa está pensada como refugio. Este hogar se postula como una contrapropuesta de los tradicionales refugios municipales, dado que estos no contemplan las necesidades de las víctimas por cuatro motivos. En primer lugar, exigen sí o sí la denuncia policial siendo que en la mayoría de los casos las víctimas no se animan a realizarla o corren peligro al hacerlo. En segundo lugar,  el plazo de tiempo que ofrecen estos refugios es usualmente de 48hs y por ende, insuficiente (mucho menor a la necesidad de las víctimas para reorganizar su vida).  En tercer lugar, los refugios municipales suelen estar colapsados y por lo tanto sin disponibilidad. Finalmente, la propuesta de abordaje de estos refugios contempla el aislamiento e incomunicación de las víctimas, situación que dificulta la reconstrucción de redes afectivas (tan necesarias para salir de una situación de violencia).